lunes, 9 de septiembre de 2019

Desde la distancia

Como el vagón del metro que hay algunos que se abren sólos sin que nadie entre ni salga, ese es nuestro vagón. El vagón en el que estuvimos encerrados juntos. Sin hacer caso del exterior y a veces tampoco a lo que teníamos allí dentro. Las puertas se fueron cerrando hasta que tanta tensión hizo parar el tren. Ahora corrí hacia las puertas y me las cargué. Sí. A ver quién es el valiente que vuelve a entrar. (Alerta toxinas).

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