lunes, 18 de noviembre de 2019

Aire

Tú que arrastras las olas haciendo marea.
Que soplas las hojas
llevándotelas a lugares llenos de otras hermanas suyas.
Tú que haces que se parezca alguien a otra.
Si eres expulsado por un pequeñín está bien.
Si le da a un adulto se queda mal para siempre.
Esencia de lugares.
Hazme el favor, y descansa
Quiero dormir.
Para ya de despertar nogales dormidos
todo el verano.
De agitar sus ramas
y hacer que piquen mi ventana.
Basta ya.
Si quieres que te escriba tendré que querer
no exigir
y si quieres que escriba
tendré que descansar
Aunque no lo creas, te entiendo;
Tantas tormentas de verano te han hecho el lío
y ahora sin su calor,
quieres ser tú el único protagonista.
Hagamos una cosa,
métete conmigo bajo la cama
y descansemos hasta morir,
luego a la puesta solar
sabremos qué vereda caminar.

Muerte al Arco Iris

Creía que estaba muerto, pero aun así le intenté curar . Pero cuando vi su pulsera con el sol... pues... me pareció ver más colores que el morado, rojo y amarillo, así que le dejé ahí tirado. Lo siento comisario. Fue una confusión.

miércoles, 18 de septiembre de 2019

Dime Tú; Nª4

Él da más y tu vagabundeas

Necesito espaguetis cortos, para así sorber y fundirnos en el predecible beso, pero único, Aun sabiendo que no sólo de besos viven las personas sino que, además, estamos hechos de otros barros y momentos.

Simple, pero sencillo

Prefiero todas las vacaciones y Navidades sin tú amor, que no saber de ti en todo el año. Termina lo que estudies, que lo que te tengo planeado vale la pena, al menos mostrártelo, tú luego eliges.

17 añitos escondida

A pasitos con los dedos por mi camisa, subes a la garganta, y luego ya bajas lentamente hasta algo que mantengo duro y sin apenas usar. Sólo me aferré a que no notaras lo fuerte que se me estaba poniendo a latir el corazón.


Lego construcción

Lo de la noche anterior fue aquello de poner el primer ladrillo inagural, pa luego construir de ahí algo. A ver cuando levantamos el templo. El que se construirá en cuatro días y se derrumbará cuando queramos. Ya hay ganas.

Estás inclaudia en todas mis albas.

Una media naranja sabe igual que una entera.

Nunca acabo nada de lo que empiezo, pero contigo todo quiero terminarlo.

Nuestras meteduras de lengua son mejor que mil besos bajo la luz del sol o la luna.


Trillizos

Estos días con niebla, me quedo hasta tarde, por ver, como si de una sábana blanca se tratase, como arrastra ésta to lo que encuentra a su paso. Y me acuerdo de nuestro colchón, y como nos engullimos en la burbuja cosmopólita que éramos; colchón, manta y nosotros.

Cosmopólita

Cada día era el país que tú quisieras. Siempre que supiésemos chapotear en el idioma y supiéramos de alguna costumbre local que nos pudiera dar juego en la cama.

Significados tóxicos

Como no van a ir las cosas mal si a "No te ha dado lo tuyo" nos referimos, a que un chico se empotre a alguien. Lo suyo. Lo mío, lo de ambos no es sólo sexo, lo tengo claro.

Pensemos

Tenemos cabeza pa pensar el plan, piernas pa movernos hacia dónde esté y manos pa hacerlo realidad.

El sonido que hago al arrascarme me recuerda a cuando me arañabas la espalda.

Todavía al revolverme el pelo, me encuentro Lacasitos de esos que nos tirábamos a ver quién lo cazaba tumbados en la orilla de la colina del Campo de las Naciones.

Tú eres Clara y yo tengo 10 yemas escoge una, y hagamos un huevo juntos.

Y ahora me pides la luna y yo te dijo “para que coño la quieres, si ya le robas toda la luz al sol”.


Asfixia

Pensaba que tu vida era la vida en sí, tus labios, tu esencia y sobre todo tu carácter y paso a tu lado, respiro y he de contener la conversación, digo la respiración.

Tiempo y Amor

Que no lo vendas, que nos los des, así que ya puedes buscar a alguien que sepa prepararlo y te vienes pa acá a comernoslo.

Como gas

Todos han dado portazo al aire. No quiere que entre en su casa, como si de una mala bacteria se tratase. Lo dejan sólo y no se paran ahí, sino que se venden a sus reconfortantes mantas y calefactores en el resguardo de su casa. Osea conformismo. Ya somos dos los que estamos solos. Yo te entiendo. Yo no te oprimo. Vuela frío y libre por donde más te apetzca. Llevate los odios, las tormentas y huracanes de todos los hogares, y atraeme o susurrame sus secretos.
Dime si hay alguien ahí fuera que nos quiera. Silencio. Ni el aire contesta.

lunes, 16 de septiembre de 2019

Dime Tú. Nª3

Inolvidable

Imposible olvidar el verano que pasamos juntos. Las flores como tú y los bichos como yo conviven en esta estación, ya que sólo parecen juntarse cuando ambos se han de dar calor.

Dios no acuesta a nadie

Sin vivir me acuesto. Sin vivir me levanto. Con tu recuerdo y, joder me espanto.


Quien bien te quiere te hará llorar volar.

La mujer española nunca mea sola hace callar sola.

Me has de hablar más para ir actualizando mis fondos de corazón.

La vida son dos risas.


El cansino histérico

Deje su mensaje después de la señal: shhhh (mandar callar en la resaca). Así quinientas veces al día siguiente de la mejor fiesta contigo.

Pesadumbre

Escucho las canciones que ese día escuché, para intentar acostumbrarme y no sentir nostalgia cada vez que las escucho.
Asquerosa sensación de tristeza porque para bien o para mal el pasado no vendrá de nuevo a tocar a nuestra puerta. Bebo lo que bebí entonces. Paso por donde pasé entonces, allí donde hubo movimiento en mi corazón. Plazas, puentes, bares...
Y como sin ganas. Y no puedo conciliar bien el sueño por miedo a encontrarte en él.

Nuestras quedadas

Componer una canción en la madrugada, momentos después a la tormenta de hidalgos y esas llamadas al cuenta-penas entre nosotros y al de verdad.

Alerta tóxinas

Como el vagón del metro que hay algunos que se abren solos sin que nadie entre ni salga; ese es nuestro vagón. El vagón en el que estuvimos encerrados juntos. Sin hacer caso del exterior y a veces tampoco a lo que teníamos allí dentro. Las puertas se fueron cerrando hasta que tanta tensión hizo parar el tren. Ahora, que corrí hacia las puertas y me las cargué, sin más. A ver quién es el valiente que vuelve a entrar.


Hay quien no se calla ni bajo unos labios besando.

Las matas acariciando.

El amor nos vuelve cuerdos, pero no cambiemos la o por la a. Sin cuerdas hay paraíso.

Se me queda la boca pequeña de no darnos besos ni decirnos te quieros.


Cualquier plan está bien

Los reflejos de las luces de los coches sobre el pavimento, la llovizna calabobos encharcando mis gafas, el frío haciéndose turujo en la garganta y metiéndose hasta en el alma.
Y saber que llegaré a casa y no tendré con quien quejarme del tiempo, pegarme, abrigarme y calentarme en todos los significado de aquellos tres términos que me parecen tan lejanos.
Si fuésemos churri y churri podríamos sentarnos en el sofá y llorar con alguna película si te van los clásicos, si no podemos recurrir a la metáfora o a la metafísica y rayarnos frente a la ventana viendo llover sin mojarnos, ajenos al problema, de las inundaciones, las incomunicaciones y tanto que sale en los telediariosaunque sea por un momento. También sino, si son los juegecitos lo que te gusta podemos escoger cada uno una gota de la ventana y hechar una carrera. El premio somos nosotros.

Alimentame tú que sólo no puedo

Sé que me han dicho que el azúcar moreno es malo pero me recuerda a las canas que nunca te veré. El moreno igual me recuerda a tu pelo, tu tez y tus ojos. Vaya donde vaya, haga lo que haga ahí te voy a creer ver. Y ojalá te encontrara, de verdad.

Amanecer

Y me despierto y aquí son todo pajaritos, campanas y un viejo fantasma; tu respiración. Me imagino que está acechando, bajo las mantas el desayuno en la cama: Su aliento en mi nuca y ambos sentir la presencia del otro. Su vida. Mi vida. Dos vidas, acompañadas de unos besos pasionales de entrante y postre en las cinco comidas.

No somos nada

No he venido pa cambiarte la vida. Tu vida es tuya y eres libre, o eso al menos es lo que nos dicen, por quedar, queda bonito. No me incorporo a tu grupo de amigxs. No digo que juntemos nuestras vidas. No voy añadir en esto de la vida más ataduras.
Tú tienes la tuya y yo la mía, pero ahora podemos decidir el cuándo, dónde y cómo nos cedemos confianza, planes y sobre to alcoholes de 90% pa curarnos las heridas —y seguir hacia delante si queremos— pa perdernos en este universo tan grande.

¿Qué hace un frío corazón como el mío en una mente como esta?

Yo no te deseo porque te quiero, y te quiero porque eres libre.

Para mí cerca es cualquier sitio en el que nos podamos querer y decir te quiero.

Los besos que fueron para mí no tenían porque haberlo sido, pero por tu mal gusto me elegiste entre millones de labios.

viernes, 13 de septiembre de 2019

Dime Tú. Nª2

Te recuerdo, corazón

¿Qué por qué me pongo a 170 km/h por la carretera? Para que el corazón no se le olvide a cuantas palpitaciones se tiene que poner en cuanto te vea.

Ultimátum por primera vez

Cuando digo <<Última vez>> siempre me viene a la cabeza el recuerdo de nuestra última y primera vez.

Visibilidad


Ya se podía haber aparecido Dios en ese momento, que pese a lo que dicen de que con ojos humanos no podríamos verlo, yo sí, sin sincope alguno en un arrebato de euforia al verte.


Siempre en jornadas abiertas, pero con limite de llamadas entrantes.

Y casi me hostio camino del pueblo al ver todos los colores de los que te teñistes el pelo en el horizonte.

Hay que vivir el presente. Me presento.

Soy de los que necesitan tu lado de la cama lleno, el sofá caliente y ocupado y dos posavasos en la mesa ¿tú qué piensas?


El no soy yo

Ese día por quedarme más mirando esos ojos verdes, me quedé fijo en tu mirada. Confieso que fue un acto egoísta; excusa tal vez para mirar esos ojos que nunca antes había visto.

La noche es Dios

¿Quién no se ha atrevido a la luz del sol a declararse a aquella persona que tiene un brillo especial en la mirada y llega la noche y es otra.
Los focos de la fiesta brillan en sus ojos, y además, los tiene de color césped y tú se lo dices y al campo a besar.

El primer puesto

Y la luna como no es tonta, sale hoy que estás más resplandeciente que nunca. Está celosa; le has arrebatado el puesto y quiere recuperarlo.

Frente a ti

Tus ojos sólo son comparables con las fotos del atardecer en el Templo de Debob. Te estoy esperando para ir a verlo, pero te desconozco.

Tu mirada calla demasiado.

Si no contestas, sólo me queda el “Vivir y dejarte vivir”.

El amor si no se cuida es lo primero que se pierde.
Tú no sabes lo que es tener miedo a que la primera impresión no te impresione.


La fotografía perfecta

Medir en el sol, medir en la luna o en las pupilas de tus ojos. La medición puntual me parece perfecta para pintar de luz (fotografiar) con el color de tus labios al natural. En todo caso cualquier condimento de ti me vale pa hacer la foto perfecta.
No el ¡selfie! De los demás, sino nuestra foto de vida, de confirmación. Un colllage de coñas, manos entrelazadas, miradas y silencios. Lo que a nosotros nos ayuda a divertirnos que al fin y al capitán es lo importante.

Distancia

Coger la bici y poner la máxima distancia entre mi norte y el tuyo (el sur) donde sé que estás.

Inolvidable

Imposible olvidar el verano que pasamos juntos. Las flores como tú y los bichos como yo conviven en esta estación, ya que sólo parecen juntarse cuando ambos se han de dar calor.

jueves, 12 de septiembre de 2019

Dime Tú. Nª1

Me acuerdo

Cuánto atardecer recuerdo, así en singular porque para mí fue uno, grande y eterno pintado en una misma linea, la de tus ojos.

Sagrado Corazón

No era cristiano pero tú me has convertido, y ninguno lo eramos, pero tengo que dormirme creyendo que, al despertar me convenza de que después de la muerte hay algo más.

Delito

¿Por qué me dicen que no haga locuras, que obedezca, que a 200 km/h no se puede ir por una comarcal? No veo problema por ninguna parte. ¿Antes era así también?. Y es que vivo descolocado desde que no estás aquí para calmar mis nervios.

Suicidio existencial

He llegado al momento de no despertar comodo, y no sólo por soñar con la noche en la que dejastes de estar sino porque el abrir los ojos cada mañana era junto a ti, el descorrer la ventana, y asomarnos para decir buenos días al mundo.


Hoy los abro, suspiro me digo a menudo a mí, y otras veces a la vecina, el verso de Extremoduro; “Hoy para ahorcarse hermoso día”.

Si no fuese para verte tacto, oído, vista, olfato, gusto y sentimiento, ya me hubiesen desaparecido.

Solo el tiempo es cura.

Todo se me hace bola sin tu olor.

Jode no poder oler y saborear tus perfumes en estéreo, sería el mejor de los orgasmos.


Loco

Hago muchas burradas y rarezas desde que te fuiste a lo que tú llamabas nunca jamás. Cada luna llena me desnudo, un bidón de gasolina abajo, abro el balcón y entro en trance por ver si ardo o no ese día.

Me da igual

Cuando ríes el mundo entero me da lo mismo. Carmena ha hecho Madrid peatonal o hay que respirar con bombas de oxigeno a nuestras espaldas... Y te digo qué coño me importa si tengo a ti, y ya con tal pronombre escribo mil y una estrofa para saber quererte u olvidarte.

Sin recuerdos

De madrugada bajo las persianas, me choco con los muebles y me doy el dedo pequeño del pie contra la pata de la cama, pero no enciendo la luz, porque me trasvelo viendo tus recuerdos en el armario. Una fiesta de pelusa y polvo.

Encerrado

Me niego por claustrofobia bien literal, bien metafórica a entrar donde creo que estás ¿y si justo en ese momento y lugar estuviese esa persona?


Siempre en jornadas abiertas, pero con limite de llamadas entrantes.

Y casi me hostio camino del pueblo al ver todos los colores de los que te teñistes el pelo en el horizonte.

Hay que vivir el presente. Me presento.

Soy de los que necesitan tu lado de la cama lleno, el sofá caliente y ocupado y dos posavasos en la mesa ¿tú qué piensas?

Obra

Aunque se cierre el telón del teatro de mi mente, siempre habrá segunda escena, porque esta tu recuerdo de por medio entre mis organos como uno más
A veces pienso que el día que me olvide de utilizarlo se irá, morirá y adios muy buenas. Pero eso no pasará. No pasará.

Adoptamos canciones

No teníamos canción sino que todo lo era; el mover el café en cualquier bar, nuestros andares, nuestros besos tímidos a la luz de las farolas, el arranque del coche …

miércoles, 11 de septiembre de 2019

Ocurre

Toda la vida
Organizaba todo. Preguntaba cuándo quedábamos. No tenía respuesta, y si no todo negativas. Me cansé. No te hablé.
1 de Enero
Cuando menos me lo esperaba sonó el móvil. Una imagen. Un link que hablaba sobre aviones, tu hobby, lo sé.¿Una simple imagen descargable por wasap? Después de tres meses tras mi cumpleaños, no celebrado, no llamarnos en verano y no hablarnos en medio año.
Tenia que cortar por lo enfermo, temprano o tarde. Y fue temprano o según cómo lo mires. Bloqueo, elimino de contactos y dijo en casa el numero que no tienen que coger por si te daba la vena. Si me llamas no respondo de mí y así fué; no lo cogí.
Ya en marzo Por facebook quieres ser mi amigo, pero si tu mismo me llamabas compañero. Supongo que esa fue la única confianza que tuvimos la de ayudarnos en la escuela y quedar esporádicamente como quien queda con muebles hablantes.

                                                                                                                                                           2018

Menudo lio familiar

Noe-lia, pero lia lia lia, no sólo un poco sino bastante. Lió a mi padre para no casarse con su madre para así que los prejuicios de los demás no nos impediese estar juntos. Luego liaba porros para olvidar decía. Y una vez me los lió a mí, hasta que en unos de esos monos tuvimos una escena parecía a la de “ creo que alguien como tú haria que las cosas cambiasen para mí” de Requiem por un sueño y entonces fue cuando me lió tanto la vida y los dedos de las manos entre los suyos que no me pude separar más de su pensamiento ni su vida.

                                                                                                                                                           2018

lunes, 9 de septiembre de 2019

Dictadora de (por) vida

Oscuridad de nuevo. Puerta cerrada. Noche todavía no ha llegado, pero con persiana bajada ya lo es en mi cuarto. Para que seguir despierto, comiéndome el tarro sobre si hago esto, si pienso eso, si dijo eso otro... Agujeros en la persiana dejan entrar un poco de luz, pero no es suficiente para la claustrofobia que tengo. Encerrado en cubo redondo en el que no hay nada para concentrarme, ni olores, ni objetos a los que mirar, ni tacto alguno ya que estamos de mudanzas metafóricas, y me niego a volver a pensar. Ya me se lo que viene y no me gusta. Me inyectan un veneno, que me convierte en esclavo y pienso todo lo que quieres que piense, y escribo todo lo que quieres que escriba. Otra vez te sales con la tuya. Subo la persiana, abro la puerta de mi pensamiento, me lavo la cara y te maldijo por una noche más en Candela.

                                                                                                                                                           2018

Desde la distancia

Como el vagón del metro que hay algunos que se abren sólos sin que nadie entre ni salga, ese es nuestro vagón. El vagón en el que estuvimos encerrados juntos. Sin hacer caso del exterior y a veces tampoco a lo que teníamos allí dentro. Las puertas se fueron cerrando hasta que tanta tensión hizo parar el tren. Ahora corrí hacia las puertas y me las cargué. Sí. A ver quién es el valiente que vuelve a entrar. (Alerta toxinas).

¿Patología?

Autista; refugiado en mi realidad.
Esquizofrénico; asimilando alucinaciones y películas de piezas de legos proyectadas al futuro.
Hiperactivo; Siempre nervioso, nunca innervioso.
Obsesivo compulsivo por obsesionarme con obscenidades.
De TICs a TOC como un reloj.
Melancolía por añoranza del pasado.
Ansiedad por pensar en el futuro más demasiado.

sábado, 7 de septiembre de 2019

El mirar

Las miradas son los besos de los desconocidos,
de los tímidos,
de los fríos,

Pueden decirse mil y una manera
pueden gustar
o en cambio incordiarte y
no saber como quitártelas
e intentar dejarlas pasar.

Pueden estar sincronizadas,
que los dos parezca, solo superficialmente
que cada uno vea en lo más dentro de la otra persona.
Pueden estar sintonizadas en un sentimiento;
como el de estar afligido por una pérdida monstrando condolencia,
como que te guste tanto la otra persona que solo quieras saber más de ella.
Pueden ser divertidas si cada vez que uno la dirije a la otra,
solo sostiene la mirada un par de segundos,
o mira cuando la otra mira a una pared.
Pueden ser molestas
si otro se sienta reprimido a obrar como el quiera...

Coma inducido por mí

La luna asoma. Veo miradas. Son-risas y risas. Imagino. Tu mirada, tus ojos, tu piel y tus labios. Sueño. Alcohol. Me espabilo. Primera botella: paseamos juntos por la orilla de una playa. Segunda botella: gente alrededor hacen mil figuras y bailan. Tercera botella: sueño grande y ventosas por mi cuerpo. Electro shock. Electro schock. De coma en coma. La última aunque esto ya es un punto y a parte. Si estás leyendo esto es que me ha matado algo de lo que me alimenta desde que no me cocinas. Aquella ensalada de olivas —tus ojos—, pétalos de amapolas —tus labios— y con poco más te apañabas y eras yo quien iba a la cocina a por él. Y no había polvo mañanero a caso que fuera por ti —que tú quisieses—. Ya nos acostamos ayer. No hacemos el amor, el amor nos hace o a veces incluso lo hacemos nosotros; innovando. Durmiendo piel con piel fundiéndose en una misma carne. Enredar mi mano en tus tres ces (cuello, cara, cabello) y todo debajo de las sábanas. Qué mundo nos inventamos. Y ahora solo me queda quitarme un día todas las lágrimas posibles para estar otro tiempo en frialdad. Falsa frialdad. Acumulación de mierda sin utilizar hasta reventar. Boom. Adiós tensión.

Sin salida

Mi padre alcohólico llegaba del bar, alomejor a las 3:00, y a veces le pillaba a mi madre levantada, ahí dormida ya en el sofá, y él la despertaba a hostias, y la cogía sin venir a cuento y la decía <<Zorra, ven pa`ca que te la meta>> y mi madre, claro, intentaba meterse en el baño, pero mi padre no sé de dónde sacaba tanta velocidad con los pedos que solía llevar encima, acaba por cogerla y la empezaba a dar puñetazos hasta que o bien se daba con la pared o con una esquina, incluso en el suelo, a veces incluso mi madre por el golpe ya estaba inconciente, pero el ciego seguía dándole patadas allí donde le venía en gana; en las piernas, en la tripa... hasta que un mal día le reventó el pie, porque se lo piso con gana y allí ya la enfermera que la atendió en urgencias al día siguiente claro, ella sola no podia salir con los huesos del dedo machacados y mi padre pues tampoco es que le hubiese dejado. Así que paso toda la puta noche sufriendo y en vela al lado de su maltratador en la cama, luego me imagino que intentaría poner una denuncia o algo, seguramente es lo que le recomendo la enfermera, porque la medica no era tonta y sabía que ese hueso lleva bastante horas roto, joder y porque yo venía con Diego, mi amigo, ese fin de semana, esto paso un viernes, porque si no no sé lo que hubiese pasado. A ver mi hermana vino de casa de su amiga por las 12:00 del día siguiente, pero lo único que hubiera hecho era empezar a gritar, tirarse de los pelos o herirse a ella misma o a otra persona, ya sabeís que es depresiva, es que joder pa no serlo con todo lo que ha pasado en nuestra casa. Yo por eso me fui, porque no me daba la vida estar ahí estudiando y haciendo todo, y claro, tu cariño no me ibas a tener en casa todos los días. Yo me fui con dieciocho y ella tenía doce años en ese momento, osea nos llevamos seis años. Me podría a ver ido siendo menor de edad, no me hubiese puesto ningún pero mi madre, de todas maneras no me enfrenté de cara a la situación hasta que mi hermana Paula se le cruzaron los cables de la peor de las maneras.
Cuando teniamos la gata, ella un día estaba llamando a mi madre para que le ayudase a unos deberes que tenía y no la escuchaba porque estaba con algunas de sus tareas o con una de sus amigas en la otra punta de la casa. Pues para llamar la atención, claro bajo la ansiedad y el estres que tendría en ese momento, no se le ocurrió otra cosa mejor, se cortó un cacho dedo, pero que se le veia el hueso y todo, el tajo que se tuvo que meter. Ya con los gritos sí que mi madre la escucho y cuando entró a su cuarto, empezó a llorar tapandose la cara y mirando a la pared. <<¿Por qué a mí, Dios mío, por qué?, que hecho mal...>> Luego lo que más me descoloca es que la chorba y mi madre estaban buscando el cacho de carne, no sé muy bien para qué. Se piensa que se lo comería la gata o el perro.
—Entonces como mi hermano y yo apenas os llevareís, ¿no? —Se incorporó hacia el vaso. Cogió una pajita y bebió un trago de su ron cola.
—Bueno Carlos, pero es que tú ¿Cuántos años tenías cuando te fuiste de casa?
—Veinte, y claro el doce. Si a veces le llamo a él para decir que voy a ir a ver a la familia a Gijón y me contesta con un “Vale, muy bien”. Allí luego cuando me abre la puerta nos damos dos besos y un abrazo y alomejor no nos hablamos ya en todo el día, ¿Sabes?
—Pero piensa que él te ve pues como un desconocido. El estaba en la preadolescencia cuando tú te fuiste de casa. —Le dijo a Carlos mirando a la playa de enfrente la de la Virgen.
—Pues mi hermana y yo nos llevamos, si aunque parezca que no. Alomejor nos peleamos muchas veces a lo largo del día, pero a ella le da igual. Me monta unos pollos, en casa, en los restaurantes, en la calle, le da igual, pero es que yo siempre lo he dicho, no es normal, necesita ayuda, tuvo de pequeña un psiquiatra, pero es que está siempre con depresión y amarga a los que tiene a su alrededor también Pero luego pese a todo, la mayoría de planes los hacemos juntas, vamos a comer juntas, vamos al cine juntas, se viene con alguna de mis amigas y ademas mi hermana es de estas que como luego hagas un plan sin ella te dice “Es que no pasamos tiempo juntas”. Una vez quedé con Diego y quise que nos vieramos sólo nosotros dos, porque quería saber si el estaba igual de interesado que yo en él.
—Pues con lo parado que es —dijo Carlos. 
—Pues luego ya después de tomar algo en una terraza del barrio pasamos por casa, y me montó el circo mi hermana, pues claro empezamos a pegarnos y yo aunque en ese momento la odié, soy incapaz de morderla con fuerza, que es como me defiendo a veces, no sea que le haga daño, pero claro de alguna forma tendré que defenderme. Ella tendra problemas pero es mi hermana. Joder y tiene una fuerza que no sé de dónde la sacará. Y Claro, me sabía mal, ahí Diego con lo tranquilo que es...
—Es que a Diego no le vas a ver nervioso, es muy complicado.
—Tranquilo a no más poder— le respondió el novio de Macarena.
—Claro, él no sabía que hacer y primero preguntó que si hacía algo, visto así parece que teniamos no más de dieciocho años, pero esto alomejor sucedió hace tres o cuatro años así que, que el tuviese como veintiseis y yo uno menos que es lo que creo que nos llevamos. Yo le dije que no se metiera porque si no le iba a dejar de hablar, te lo juro por mi vida. Porque yo aunque nos estemos matando siempre voy a defender a mi hermana antes que cualquier otra cosa. En nuestra familia siempre hemos tenido esa base, y a ella me agarro con frecuencia y eso que tampoco me ha hecho mucho bien.
Porque a mí hasta los dieciocho me hacían bullyng. Luego me puse lentillas, me quité los bracket y me ponía la ropa que quería, y yo me creía pues muy moderna; mi madre ya no me vestia y yo , insegura, iba como las demás de mi clase con vestido, el pelo largo, delgada.
Como me gustaban las tías, pero eso era antes porque yo era así, ahora ya no. Nunca me han gustado los musculosos sino los delgados fibrosos, con los rasgos de la cara muy marcados, las personalidades raras... Hablo en general, pero a vosotro los tios, los machos...
—Yo no —dijo el amigo de Carlos, Pedro.
—La inmensa mayoría me refiero. Los machos por ejemplo en un festival o en una discoteca o a dónde vayas buscan a la que más tetas, culo tengan por lo general van a lo follable para ser claros.
—Pues yo estoy contigo por tus tetas, tu culo y tu cara.
—Pues vamos listos.
—Hablando de festivales yo os acompaño al Rio Babel y al Ogullo a ti Pedro, y vosotros vais conmigo al Techno. Que yo sociabilizo fácilmente como hablo por los codos me junto con cualquiera aunque vaya a sola, pero prefiero con vosotros.
—Pero tú que vas hablar mucho. Lo que hablas es muy rápido. Bueno las dos cosas.
—Perdon, pero si ya hablo de por sí, seguramente esto no ayude—Dijo señalando su mini de ron cola—.

viernes, 30 de agosto de 2019

Edad

Qué más da la edad para la amistad.
Qué más da los años para los noviazgos.
Qué más da el año en que naciste para el carnet de conducir sacarte.
Qué más da tu cumpleaños a la hora de encontrar trabajo.
Qué más da cuando te parió tu madre para salir de un centro de menores y entrar en la cárcel.
Qué más da cuando vinistes al mundo para ser un millenial, un esnob de los ochenta, un vintaje, un nostálgico de la épocas fracasadas, un moderno o un antiguo.
Qué más da cuando naciste para de casa irte.

Tombola


Tómbola

Es lunes, y Jesús pese a no tener nada que hacer, se ha levantado a las siete de la mañana. Abre la puerta del cuarto de sus padres y les despierta. 
—El viernes o el sábado, vamos a la piscina en principio, ¿no? 
—Buenos días. Sino pasa na, sí. Ya veremos, hijo—dijo el padre—. Me cago en mi puta vida— susurró al momento. 
—Vamos que si no se muere nadie, vamos, ¿no?—dijo marchando hacia la cocina, a desayunar. 


Suena el timbre. Jesús se dirige a la entradita, abre la puerta y se encuentra con un hombre y una mujer trajeados frente a él. En primer lugar habló ella: 
—Hola, buenos días. Somos de Testigo de Jehová. Me gustaría brevemente contarle mi historia. Yo me hice Testigo de Jehová porque me iba a casar y cuando quedaba una semana para el gran día, mi novio se mató en un accidente —se emocionó— ,y entonces te replanteas porque Dios permite estas cosas. 
—Bueno, podía a ver sido peor, mujer, que estuvieras tú, con él, los dos ahí en el coche felices y de repente, ¡pa!, viniese el tío ese creyendo que estaba en el Circuito del Jarama y os matase a ambos. Ahí lo de que “hasta que la muerte os separe” vendría que ni pintado. 
Jesus no puedo evitar reír y seguido como acto reflejo le cerró la puerta en las narices. 


Por la tarde. Jesús solía estar metido en su cuarto, pero ahí no había agua así que tenía que ir a la cocina y para ello pasar por el salón.. 
—Y por el poder de Rubalcaba yo os dijo: moriros todos —dijo Jesús echando polvos mágicos al televisor. 
—¿Ya no, hijo? Era una persona. —Le dijo su madre soprendida, acto seguido suspiró. 
—A ver si igual que he dicho que Rubalcaba la cascaba, coño si es que hasta rima, se mueren tos los de la serie esta turca que veis y haceis algo productivo. 


Ya entrada la noche, poco antes de irse a dormir, Jesús va al salón y se sienta en el sofá grande, enfrente del televisor. 
—¿Ha habido alguna mujer que matase a su marido? ¿Que matase a otra mujer y así colaborar en no traer más bebés al mundo? En los telediarios me refiero. 
—Pues que yo sepa no —la madre señaló el telediario—. La mayoría son hombres que matan a su mujeres, ¿Eso no era un libro? 
—Es que me cago en Dios. Se puede tener una madre más minusvalida, joder, pero más cateta es que lo dudo, el día menos pensado la nominan a los Goya de analfabetos y ni se entera. 


Yendo en coche: 
—Sí, sí debe ser eso, ¿no serias tú quién le estaba mirando las tetas de continuo?, depravado— dijo su hermano Jose. 
—¿Y no será que apenas te veíamos en las esterillas porque te la estabas meneando debajo del agua pensando en el vigilante de la playa? —contraatacó Jesús. 
—Pero si el vigilante de la playa es el primo, gilipollas. —Jose le echó una mirada de asco. 
—Ya. Y está muerto. ¿Y? 


En la madrugada. Jose se acerco a una de las camas del cuarto de su hermano Jesús. 
—¿Qué tal Jesús? —Se acercó con cuidado al borde de la cama.
—¿Sabes qué hora es? —dijo Jesús frotandose los ojos. 
—Las de la muerte —Jose sonrió. 
—Osea las cinco, ¿no?, pero pa que me despiertas, joder. 
—Nos vamos a la playa. 
—¿Pero qué playa y que niño muerto, gilipollas? — Se incorporó, sentandose como indio en el colchón. 
—Pues en la que está nuestro primo. 
—Eeeeh... Tu puta madre. ¡Mamá, papá! —Jesus intentó salvarse de lo que era una muerte segura. 
—Están conmigo, no ha sido muy complicado convencerles del plan. 
Cuando Jesús tenía los pies sobre el suelo, su costado vio clavarse hasta tres veces la navaja de su hermano. 
— Rubalcaba, el primo y mi hermano. Ya tengo nombre mediático: La Santísima Trinidad de Moratalaz.


Monologo interior


Basado en un ejercicio d escritura automática.

Bueno mira, q voy a relatar mis problemas principales q podrían ser cuarenta como la cadena d radio, pero sólo voy a contaros tres pa no aburriros:
-Number one: nunca he fumado, ni siquiera cuando era una persona pequeña, haberle cogido el puro a mi papá, pero a veces tengo ganas d fumar. Sí. Yo tampoco me lo explico. Abro la boca en un pequeño orificio y pongo los dedos en posición; debo parecer tonto, pero sólo son ganas d saber lo q me pasa y d fumar, claro.
Hace tiempo q me ocurre, tras hacer boxeo, tras salir d la academia, al salir d la ducha, cuando voy en el metro y en otros sitios donde el tabaco está prohibido. Nunca después d cada comida como cualquier otra persona.
-Number two: no puedo resistirme a rebozar el pan en los pomos d las puertas. Primero me gustaba el aroma a metal tan característico d alguno d ellos, como el del enganche d florecita d donde cuelga la cortina d mi cuarto y d otras cosas q ahora no me acuerdo. Ah bueno, como olvidarlo, en verda me da un poco d vergüenza decirlo, imagínate q al final luego alguien lo lee, aunque si estás leyendo esto... es q se ha publicado, ¿no? madre, q miedo.
Está mi criptonita; el pomo del cajón d la mesa del cuarto d mi papá y mi mamá, pero sólo podía utilizarlo cuando ambas se iban a misa o al teatro, q era menos d lo q me gustaría.
¿Q cómo era el proceso? Fácil, te explico; cogía el pan, lo rebozaba bien por toa la parte d la miga, y el sabor al aroma metálico del pomo acompañaba al jamón serrano como al chorizo d cantinpalo, sin discriminación alguna. Menudo orgasmo gustativo era aquello.
-El tercer problema y último, q esto se me está atragantando ya, podría parecer q puede estar relacionado con el anterior, pero no lo creo.
Desde un tapper wert ultramoderno d estos con su tapa hembra —d color rosa— o macho—color azul— con su cierra fácil (cierrafuerte "tumadreloabre").
La cosa es q to me sabe a dentista, sí, hombre, ahora me vais a decir q nunca os habéis comio algo y dicho después <<Esto sabe a dentista>>, y tu mamá, papá o amigx si tenéis, o quien carajo esté a vuestro lado en esos momentos os diga: <<Q te has comido tú alguna vez un dentista>>. Como cuando algo sabe a perro por salado, po igual.
Me refiero al olor, debe ser, d to los liquiditos y utensílios q tienen en la consulta del dentista y q na más entrar te da una torta en la frente q te tira pa tras.
Mi papá se queda con las caras d las personas; las fisionomías dice. Mi mamá tiene un oído q Dios se lo mantenga porque lo demás lo tiene por los suelos, y yo, no sé q carajo tendré con los olores como me suele preguntar a menudo la gente.
Odio lo q huele, así en conjunto. Claro, q prefiero oler unas cosas antes q otras. Por ejemplo en el Transporte Público, un 20N, y es q ese día sí q huele a basura y no la d mi urba, decidí ir sentada en el suelo pa oler los perfumes q saliesen d los culos d las personas, antes q las colonias d sus cabezas.
Por cada flush flush q alguien d mi familia echa d algún perfume, yo me tiro un pedo o muevo un poco un pie y si no me suda este; cojo dos cuadraditos d papel higiénico, me aseo los sobacos y lo hondeo como la bandera española el Día d la Hispanidad, así el aire se impregne d un olor algo más agradable q el “canal del coco”. “Coco channel” creo q se llama. No me hableis d marcas d ropa o d perfumes porque ni me echo colonia ni me compro ropa desde hace un lustro al menos, excepto una camiseta aparte. Pertenezco a esa generación d “los niñxs vestidos”, vamos q d tanta ropa q familiares y amigos me han dado, po no he necesitado comprar apenas. Tampoco uso pasta d dientes, peine, champúxs, geles o cremas corporales.
Llegados a este momento, mi conciencia y yo hemos votado por unanimidad q sería bastante terapéutico q os contase mi día tipo.
Si algo odio en este mundo, es la rutina y las conversaciones normales como las del tiempo o las d q tienen los machirulos sobre fútbol, domingas o su miembro, por ejemplo. Lo digo pa q no os esperéis q me enrolle mucho.
Me despierto por las 9:03 to los días, d esto q alguna vez te has levantado a esa hora y ya la tienes fuertemente agarrada.
Me pongo en toas las posiciones posibles, las q puedo d cada lado: q si con las manos abrazándome —a ausencia d alguien, po a mi mismo, triste pero real—, en posición feto, con las manos rezando, bichopalo q es como tirarse d palillo a una piscina. Con la mano bajo la almohada, hasta q siento como el hormigueo q precede a q se me duerma el brazo venga, y luego del otro lado. Así me espabilo y hago tiempo a q mi madre se vaya a la compra y mi padre d paseo.
Mi madre dejará una notita:
“Papa d paseo, yo en el Ahorramás”.
Papá sin acento, pero en “Ahorramás” q no falte.
9:06; me siento como Buda en la cama y me unto los dedos d esencia d metal, a ver, entre tú y yo, es cacao con un toque d sabor a metálico, pero es un secreto si mis padres se enteran d q cogí la vara del taladro sólo pa... po pa eso, d seguro q voy d cabeza a un loquero. Q siguen existiendo, sí.
9:08; me estiro. Me incorporo d golpe y porrazo, y claro, me levanto con la cabeza q me da mil y una vuelta, literal. Hay una lámpara mu baja en mi cuarto y toas la mañanas cuando me levanto, me doy cada torta q ni el rey Juan Carlos.
No tengo q subir la persiana porque nunca la bajo. Después d ver el móvil, siempre, me gusta q Sol sea lo primero q vean mis ojos cada mañana. A veces está subiendo la persiana y otras veces se encuentra en proceso d vestirse.
Sol es mi vecina, creo. La “a” d vecina es porque es una persona, no por otra cosa. No sé aún d q genero d los infinitos q hay es, pero a mí es alguien q me gusta.
9:11; me lavo la cara con el agua d la taza del váter hasta q se me deshincha. Un día vi en un blog d ciencia q al levantarnos tenemos d toa la noche la cara hinchada, y desde entonces lo hago. Tiene q ser con el agua del retrete porque la q sale en los grifos d los baños, al dejarse correr menos q los demás, po tiene demasiado cloro, y luego me escuecen los ojos, y me deja huellas blancas en la piel.
9: 13; antes d desayunar me gusta asomarme a la ventana d la terraza y mirar a ambos lados, y si veo q no hay nadie, me subo a una silla y desde el octavo hago mi meada matutina por la ventana.
9:16; pa desayunar, esnifo café, sí, en polvos. Al principio, hace años, pa rendir más en mi primer curso d la ESO, me dijo una psiquiatra d tomarlo toas las mañanas antes d ir al instituto y así espabilarme. La primera vez q lo tomé, me lo creí y me movía a no más poder. Lo q hace la mente.
9:24; casi me lavo los dientes con el cepillo d mi padre, q encima q no lo utiliza me lo saca siempre del cajón donde se lo escondo pa no equivocarme. Saco el desodorante y la maquina d afeitar pa tenerlo preparado pa más tarde.
9: 29; hago la cama, bueno pongo sólo la sabana y la manta pa luego poder estar tumbado, y así drogarme con la psicodelia d Ummagumma, disco estrella d Pink Floyd.
9:32; Pongo mi musica d Ojete Calor o Najwa Nimri y eso me motiva a hacer mis abdominales y planchas.
Después por las mañanas tengo planes tipos:
-Escribo microrelatos con sangre d los padrastros en bibliotecas públicas;
La biblio más cercana es la d la Huerta d la Salud, pero a veces también me voy a la d Carril del Conde porque me han pillado en Hortaleza más d una vez y he tenido q salir corriendo. Con esconderme detrás d la primera calle q vea, y hacerme una coleta y quitarme las gafas ya soy otra persona. Pa algo a d servir el pelo largo. Un canal d youtube decía q a los pelos largos es difícil d olvidar porque llaman la atención o son personas extrovertidas. Yo siempre he pensado q lo q si es cierto es q d ese modo puedes tener un físico pa cada día d la semana. Y si a mi outfits le añadimos una braga o un pañuelo, si es verano, no hay quién me reconozca.
Una vez escogido el lado pa hacer mi obra d arte, me tiro d un padrasto al azar tras morderme las uñas durante toa la semana.
Cuando el chorro d sangre deja d ser una fuente y haya comprobado la calidad d esta; saboreandola bien, con un dedo d una mano cojo un poco d acuarela. No siempre sale tanta pa eso, así q tengo q sorber con fuerza, apretando el dedo desde abajo y subiendola hasta arriba pa q mi boca se llene d sangre. Cuando veo q tengo suficiente pa hacer un poco d letra decentemente, escupo sobre la pared y voy dando forma al cuadro.
Como la anarquía es hacer lo q cada persona quiera en cada momento, en vez d una A dibujo una M, la inicial d mi nombre q por si os da por buscar en internet, prefiero mantenerlo en secreto.
-Fotografio retretes en Fnac.
Voy a los baños d la cuarta planta donde dicen q antes d q cierre el Corte Ingles, se utiliza como punto d quedada pa q toas las personas d Madrid q quieran, se den por culo. Y no se vea como algo ignominoso. Uno d los articulos q más me han abierto e iluminado la mente hablaba sobre q la mayoría d las personas utilizamos la frase “A tomar por culo” d forma despectiva y es algo homófobo por q no tendría q haber na d ofensa o despreciable en ese acto y en cambio la mayoría d la gente no lo ve decente, y alguien con corbata ¿sí lo es? Por eso he bajado el número d palabrotas q al día digo. A tomar por culo: A tomar por saco. Putx: Malditx. E hijo d puta ni pensarlo sale d mi boca. Y sobre insultos podría hacer una tesis. q burro, q perro... en fin, esta raza no tiene remedio. Q conste los animales no son insultos.
D tanto estar en cunclillas intentando cuadrar en mi visor el retrete, noto como q algo invade mi recto anal, pongo papeles a lo largo d to el retrete y cago, con suerte resbalará un poco hasta caer al agua y podré untarme el dedo d mierda, y dibujar casitas o hacer pequeñas obras en las paredes o puertas, colorear las esvásticas o banderas, y luego estas perfomance las acabo fotografiando, claro. No siempre sale to bien. Una vez intenté pintar a zurullo en mano, pero además d mu pringoso no quedaba el resultado q quería.
D las cosas más excéntricas q he hecho, fue llamar a un móvil d las puertas d uno d estos baños; q si lo hago, q si me la dejo meter, q si la mamo gratis.
Solo una vez vino; un machote, entro gimiendo al retrete y ahí no encontró a nadie. Yo me había escondido en el baño del sexo contrario y desde allí escuché como se tocaba. To esto descojonandome casi muerta. Mejor broma, mejor experiencia. Y mejor masturbación, claro.
Opciones pa tarde:
Algunas personas dirían q soy un nini, y otras una persona bohemi@, pero estudiar, estudio. No en ninguna institución d la falsa educación púbica (Ni hay educación en sus carceles, ni es pública dado q hay q vender en walapop to lo q tienes casi, solo pa pagar cosas innecesarias como los libros, los trajes, el AMPA...).
Siempre me acuerdo d la primera vez q escuche la palabra nini. Fue en boca d mi tío, el prototipo d cuñado; d la técnica y d su piel nació él. Bromista, arrogante, se le puede reconocer por frases como; “No sabeís disfrutar hoy en día”, “¿Una cerveza?”, “Una barbacoa”, “En mis tiempos...” (bueno con esta última frase también se confirma q es un facha, aunque no lo dija abiertamente. Y el tío, nunca mejor dicho me llamaba fachorro). Claramente esto fue hace más d cinco años. Yo creo q estar dentro d un armario es estar escondida, por lo tanto no eres alguien auténtica ni espontanea, no estás obedeciendo a tu esencia. Hay q romper con hachas, como en “El Resplandor”, más puertas d armarios. Si eres algo demostrarlo, da igual q sea una orientación sexual como una etiqueta política.
Cuando este tío me llamo nini estábamos en la boda d una prima d mi madre y yo iba bien vestido q él diría. Yo le respondí: nini, pero con traje. Pero nini igual me contestó. Le dije q no porque los demás ninis tenían rastas y se rascaban las pelotas a dos manos, Dios, se puede ser más macho. Osea yo, ¿q me pasaba?
Los lunes voy a una escuela q la llaman d escritores y los martes a loca foto en ingles, en verda existen, no me las he inventado, no tengo q guardar la identidad d na. Ninguna d las demás personas q van a ambos sitios son como yo así q podéis relajaros. Pa llegar a Alonso Martínez y Tetun, respectivamente tengo q coger el metro.
Salgo d casa con mi chicle d frutos secos; con haber comido antes panchitos y quicos, ya queda algún q otro triturado entre los dientes y eso adereza la goma d sabor a menta o fresa, siempre d la marca Trident. Siempre Trident nunca intrident.
También salgo sin calzoncillos; donde se ponga ir sin cinturones d castidad y movidas opresoras por la vida q se quite las dictaduras. Excepto d fiesta, salir, salgo d muchas maneras.
Una vez dentro del vagón me gusta q antes d q las pequeñas criaturitas en carricoche lloren por mi cara d psicópata me vean como un payaso. Les hago algunos d mis antiguos TICs nerviosos como parpadear compulsivamente o hinchar los carrrillos y ya empiezan a reirse. Q monas.
No soporto ver pelotillas o bichos en la ropa d las personas, así q disimuladamente se las quito. D momento no me he llevado ningún bofetón. Pensar q estoy por los suelos, entonces sólo si las moscas se posan en los pantalones po las veo si no, no. Al estar más holgados los pantalones y las faldas q las camisetas muchas personas ni se dan cuenta q un total desconocido este mordiendoles un trozito d intimidad, y excepto las gracias me dicen d to: “raro d mierda”, “asqueroso”...O simplemente se cambian d vagón creyendo q al lado d q clase d psicópata, me he puesto, me imagino, puesto q aún no adivino los pensamientos. Po lo q me faltaba ya eso sería pa morirse.
Otros días cuando no voy a estudiar, osea excepto lunes y martes los demás días, a veces voy a ver libros al Corte Ingles o al Carrefour pa coger títulos q luego llego a casa y los encargo a la librería d debajo d mi casa.
Un juego q me gusta practicar d vez en cuando es ir a un centro comercial y abrir las cintas d las películas, hacer una foto con el móvil a los CDs por ambas caras. Luego lo fotocopio, e impresiono a mi familia con un “Memory” d lo más ingenioso e imposible d ganar; el juego este d hacer parejas. Imposible pa las demás personas, pero no pa mí, porque en cada disco pa diferenciarlos uno d otros les he hecho una marca con las llaves d casa. Con poner las iniciales d la película, vale.
Cuando tos se van a dormir la siesta, yo voy al congelador y saco las cervezas q congelé el día anterior. Me las llevo a la terraza y las meto en unas tazas amplias con un poco d agua caliente. Yo recomiendo tazas mentirosas, d estas con rótulos estilo “I love Guatemala”, “I love Spain” o del club del donante d sangre d San Peterburgo, q ni he donado ni se dónde está ese sitio. Las dejo tomando el sol un rato. Cuando veo q a la lata se la puede abollar con el dedo pequeñito del pie es q es la hora d abrirlas. Si se abre antes, se sale la espuma y aquello sabe a alcohol, pero el d 90%, el d las heridas. Probarlo y sabreis lo q os dijo. La espuma, no el alcohol pa los padrastros. Jode no poder beberlo, pero si lo bebes, quirofano. Si no fuese por un ingrediente tóxico echado aposta se podría, pero sería ponerselo mu fácil a los alcóholicos o botellonistas.
El agua se queda congelada así q lo q sale son los demás ingredientes d la cerveza entre ellos el alcohol. Así se concentra más y se bebe antes al ser menos cantidad. Se queda más amarga, eso sí.
Como va a quedar más cantidad d cerveza en la lata d lo q se va a beber, es preferible hacerlo con dos o cuatro cervezas o más, eso ya al juicio del consumidor.
Yo no sé si se duplica el porcentaje o no, pero pongamos q sí. Hagamos un poco d matemáticas si una cerveza tiene 5%, po q se convierta en 10% y si son cuatro sería 40% osea la misma cantidad q tiene el ron, pero en cerveza. ¿Os dais cuenta d las dimensiones bíblicas q conlleva esto? Ni jagger boom ni tontás por el estilo, d verda, bebes esto y como si te pusieses un disfraz d coma etilico andante. Aquello tiene q ser estar pedo a otro nivel.
Otro experimento rico rico es uno q se lo he copiado a una tía mía; chorizo con chocolate. Salado y dulce. Una onza d chocolate encima d una loncha d chorizo. Pa q un sabor no se zampe al otro y sepa a ambas cosas por igual, el chorizo ha d ser del d los macarrones el q es d tamaño fuet.
Y bueno es q no se q más puedo contaros.
La verda q escribir esto era un experimento social como el d Davidatwerk con su embarazo, q chica porfavor. Quería ver si me sentía cómoda acortando palabras q antes no hacía tanto o lo hacía al menos sin darme cuenta y sobre to sentirme cómoda hablando sin genero en la mayoría d las cosas o en femenino, ya q somo personas y puede q sea no binario o yo q se; me sienta a veces uno y otras veces una, pero vamos aun me estoy conociendo y me gustan los procesos d aprendizaje osea q a disfrutar.. El d la editorial le gustaría q como presentación me presentase y q como final po me inventase algún problema –¿osea más? ¿D verda?- y lo resolviese. Q haga un relato, q si no, no hay publicación q valga. Bueno mira aquí está y q sea lo q ocurra. Ya he contado lo q quería contar y me he desahogado así q corto y cuelgo.

                                                                                                                                                           2018













domingo, 9 de junio de 2019

Se ve en el metro

—Buenas tardes. Estoy en el paro. La visión la tengo mal, y estoy esperando a que me operen. En la mano tengo una minusvalía que me impide trabajar desde hace tiempo. Tengo clines, si me dieseis, na más que la voluntad, podéis cogerlo también si queréis. Buenas tardes —Va pasando por delante de cada persona—. Buenas tardes...
Un chico le contestó: buenas tardes ¿Cuál es tu nombre? Él le contestó: Luís ¿tú?
Yo Aarón, si quieres puedes desahogarte conmigo; tengo toda la línea 4 por delante. ¿De verdad te interesa? Aarón no tuvo tiempo de responderle. 


Yo trabajaba en la Mutua hasta que mi jefe me despidió. Creía conocerle, pero no.
Mi jefe, Juan Miguel, fue un gran compañero, hasta que se hizo millonario y jefe de la empresa.
En una conversación corta que tuvimos me contó su última aventura. Para que entiendas un poco más la historia, te diré que era un fetichista bastante extraño.
Tenía un concepto del sexo que a mí me parecía bastante raro; prefería enamorarse de prostitutas, yonquis y chicos bailarines, vestirlos con corbata y traje, ir a un pueblo, entrar a la iglesia, ponerse una sotana y encerrarse en el campanario dos o tres días.


Julia trabajaba en un puticlub, hasta que un día un narco, compinchao con su chulo, intentó hacer negocio metiendo bolitas de marihuana en su coño. Cansá de tanta dominación, decidió fugarse . Cuando su chulo se enteró, pensaba que podía haberle contao algo a la policía, así que movió tos los hilos de los que pudo tirar pa encontrarla y que le pagase de alguna forma los 12.000.000 de euros que le había hecho perder. 



Cuando Juan Miguel estaba solo en las iglesias, solía entrar para entretenerse a los confesionarios. 


Julia se había encontrao un periódico en un banco de su barrio. Ahí leyó que en un pueblo llamado Puertollano se iba bendecir un museo a una tal Cristina Rodero, una fotógrafa, unió cabos y pensó que entre curas y artistas pues iba a ver dinero, así que decidió irse para allá.
Esperó a que terminara la misa de las 11:00, y a mediodía se puso de rodillas en el confesionario.
A Julia le cayó muy bien ese sacerdote que se reía y le decía <<Tampoco es pa tanto>> a todo lo que le iba contando. Debía mucho dinero. No pasa na muchacha. Era prostituta. No pasa na. Terminó por entrar de rodillas al confesionario para quitarse sus pecados. 


Cada vez que se veían, Juan Miguel empezó a meterle en el coño un millón de euros; así durante un par de semanas. Los dos millones sobrantes le dijo que eran para cuando se apagase la llama de su amor, se fuese donde le diese la gana. 


El teniente Enrique sabía que mil euros en el suelo de un campanario era algo sospechoso así que mandó a la científica los dos billetes de 500 pa que los examinasen. Las huellas eran las de Juan Miguel y Julia. Como se suele hacer, el policía les investigó, y se ve que no le cuadraba que un empresario y una prostituta estuviesen juntos así que decidió el solito ponerle un micrófono a Julia sin que nadie se diese cuenta. 


Como ella tenía ya to el dinero que debía, se pasó por su antigua casa pa entregarlo, y ahí fue donde la cagó y se acabó lo que se daba.


Dos furgones blindados llegaron al campo donde se encontraba la casa del putero, a Julia la habían matao ya, luego supieron que había sio uno de los policías chivatos mandado por el capo de los narcos. 


Tanto a mi jefe, le cogieron por saber en todo momento donde estaba su amante. Esa misma tarde por lo que se ve le había mandao varios mensajes de voz que decía <<Julia habla con tu chulo o con quien haga falta, pero con los narcos y los jefes del cartel no, por favor, no me hagas esto>>.

—Me cago en la puta, dijo, joder, que me he quedao rayadísimo. Me gustaría pedirte el móvil, pero supongo que...
—Lo vendí —dijo cruzándose de hombros.
—Bueno, en ese caso el próximo lunes nos vemos, ¿no?
—Perfecto, muchas gracias Aarón —y le dio un abrazo sintiéndose el ser más desahogado del planeta.

lunes, 13 de mayo de 2019

Ansiedad


Ansiedad es no distinguir entre estar borracho o bajo los efectos de la ansiedad.
Ansiedad es tener los ojos calientes sin saber si es por calor o ansiedad.
Ansiedad es hacer deporte y no saber si las respiraciones entrecortadas y las palpitaciones es por adrenalina o ansiedad.
Ansiedad es no saber si has dicho una cosa o solamente lo has pensado, pero así una y otra vez.
Ansiedad es no querer estar en un sitio cerrado por miedo, pero tampoco en uno abierto por que entonces estás pensando en el próximo lugar cerrado por venir.
Ansiedad es comportarse de forma distinta en cada momento y creerse un inadaptado, un incomprendido y no saber si es verdad o es ansiedad.
Ansiedad es no saber si en verdad te persiguen o... En verdad me persiguen, te persiguen, nuestras sombras, la carga del pasado, nuestros males, nuestros fallos, nuestros problemas, todos nos persiguen y lo que más me jode es que lo hacen más que los buenos ratos, las grandes personas, esos lugares, experiencias, emociones, logros que nos dejaron también mucha huella.

El no soy yo



Yo solo sé que no quiero saber nada.
Solo sé que no quiero pensar qué soy, y si soy.
Tampoco es que crea en el soy, la verdad.
Solo sé que no quiero ser como otros me dicen de ser.
Por que no quiero ser nadie, no quiero ser ellos, pero a veces tampoco quiero ser yo.
Solo sé que no sé quien soy mas no quiero saberlo.
Solo sé que nadie más que el otro sabe quién soy, pero el otro viene en escasas ocasiones y no le reconozco, no le hago mio por que no pertenece al mi o al yo sino al otro como dijo.
Solo sé que no sé si soy el que pienso.
Solo sé que sé que no quiero ser, si no ser en cada momento algo.
Solo sé que entre lo que pienso qué soy, lo que creo qué soy, lo que pueda ser, los que los otros creen qué soy y lo que ven que puedo ser finalmente hay muchas formas de no entendernos.

miércoles, 1 de mayo de 2019

Excitación

Cansados de besos en la mejillas, sus bocas se fueron acercando hasta darse un tímido beso. Apenas sabían lo que hacían; fruto de un impulso fugaz, porque de haberlo pensado ninguno se hubiese atrevido. Pero una vez empezado, el nervio contenido que ambos tenían se vio desatado.
Ella le quitó la coleta y cosió sus finos y blanquecinos dedos entre su larga cabellera.
Él la empezó a acariciar la cintura y fue bajando sin darse cuenta, hasta rozar sus escasos glúteos enfundados en unas mallas negras
El beso se paralizó, y pudo observar sus ojos marrones a juego con los suyos durante un par de segundos, tiempo en que se disculpó diciendo que en ningún momento le había mirado el culo. No sabía qué podía habérsele pasado por la cabeza. No hay disculpas, haz lo que quieras.
Él le lamió con los dedos los largos mechones negros de su larga cabellera mientras su vaquero seguía igual que antes; nada apretado.
La levantó y la subió a su cintura. Ambos pechos se vieron fundidos en uno, y estuvieron así varios minutos, hasta que se dieron cuenta de dónde estaban.
Podemos seguir en mi casa si quieres. O en la mía. Aunque esta semana mamá me ha mandado muchas cosas, y además me gustaría sacar tiempo para ir a darme un masaje. Sabes que puedo dártelos yo. Pues ya sabes dónde suelo estar. No pudieron evitar soltar una pequeña risa. Él se miró el pantalón vaquero a la altura de la cremallera.
No sé de qué me rio. ¿Has dicho algo? Qué no sabes cuanto te quiero.

                                                                                                                                                           2018

Imperdonable


Y ese chaval, castigó fumigando con la mirada a ese pobre de la calle que fue testigo de que te maltratara.

                                                                                                                                                           2018

domingo, 14 de abril de 2019

Diario de un rana

“Las ranas se alejaran de ti y de tus casas, de tus servidores y de tu pueblo, y no quedaran más que en el río”. Ex 8.7.

Estaba siendo una mañana extraña. Yo en el sofá, con mi familia... Para mi sorpresa sonó el teléfono, estábamos esperando la llamada del Ramón y Cajal, pero no eran ellos sino mi madre.
“Cariño, es mi padre ha llamao... desde el hospital, y me ha dicho que mi madre ha... ha... fallecido”. Fue todo lo que escuché entre sus titubeos.
Mi padre empezó a llorar, pero no tardo en recomponerse.
—Cálmate, piensa que ahora ya no sufre. ¿Qué estás en Canillas? Espérame en la glorieta de Mar de Cristal y cogemos juntos el 125. Así te hago compañía.
Colgó el teléfono.
—Rocío, Enrique. La abuela.....
—¡Noooo, jodeeer, no puede ser, no puede ser, no puede ser!
Mi hermana se tiraba del pelo como una loca y pegaba puñetazos al puz, a la mesa de cristal y a todo lo que no se moviese.
—No sabeís cuánto.... he rezado para que Dios se acordase de ella.
Yo siempre tan impertinente dije con mi voz de mesías relajado.
—No te equivoques papá, Dios, tal vez, le pusiera el parkinson, pero quien se ha acordao de ella ha sido Satán, el ángel que se rebeló contra Él.
—Gilipollas, cállate, la abuela no está en el infierno— me regañó mi dulce hermana.
Claro que no, hermana. Su cuerpo está bajo tierra y su recuerdo repartio en las mentes de todos sus familiares, pensé pa mí.
Rocio salió del salón dando un portazo.
Yo me puse frente a mi padre, y con las pocas lágrimas que saqué en ese momento le dije:
—Papá yo hasta que no se denuncie a los bata blancas por posible negligencia no me voy a quedar tranquilo.
Él me abrazó. Creería que lo necesitaba.
—Nombra a Satán otra vez y verás —me susurro al oído, como en las películas.
—Cuando quien te esperas no hace lo que hay que hacer, y sí, hablo de nuestro Señor Jesucristo, otros cogen el relevo. Y si Lucifer, el ojo derecho, en su día, de Dios le llevo la contraria fue por algo que no le gustó.
Un tío, que habría visto dos veces de pequeño, vino a recogernos, así que nos pusimos “decentes” y bajamos puntuales como nuestro padre nos enseñó.
En verdad ni creía en velatorios ni funerales ni cementerios, pero ya que al hospital no había ido y llovía, decidí no escaparme con la bici como haría en cualquier otro caso.
Bajé las escaleras con mi hermana, que ya hablaba sola: “Tendría que haber estao más con ella, apenas la hice caso”. Así una, y otra, y otra vez. Vivíamos en un octavo.
Cuando salimos del portal, el tío de mi madre nos esperaba. Nos preguntó: “¿Que tal? Nos dijo: “Estáis mu grandes”, y nos abrazó. Sería el primer abrazo de un desconocio de esa noche. Menos mal que son abrazos de muerte en muerte.
Cuando llegamos al velatorio, nada más bajarnos, nos esperaban dos de mis primos, vestidos muy “decentes”.
—Hace mucho tiempo que no la veis. ¿Me equivoco?
—¿Cuanto tiempo habéis pasado con ella? Viva, me refiero. —Le respondí.
Durante toda la noche, Rocío no dejó de mirarme. Papá y mamá nos habían recomendado que si queríamos no viésemos el cuerpo de la abuela, que nos quedásemos atrás. Así que a diferencia de los demás tuvimos que entretenernos de otra manera. Yo me fijé en otro “cuerpo”. Una prima que tendría tres años menos que yo, o sea catorce, como mi hermana. Sabía que aquello no se consideraría correcto, pero nunca antes había hecho algo correcto, así que decidí lanzarme.
—Claudia, ¿Verdad?
—Y tú Enrique ¿no?
Estuvimos con las típicas preguntas de dos personas que acaban de conocerse. Yo estaba ya muy nervioso, la verdad.
Me imagino que debió ser durante ese tiempo cuando Rocío, mi dulce y amada hermana, aprovechó que no la estaba mirando para echar unos huesecillos de ancas de rana —o eso me dirían los maderos al día siguiente— en un vasito de menta poleo.
No era de mucha infusión, pero casi todos bebían ese agua manchada, y no, no fue por ser como los demás, ya ves, solo que a esas alturas me ardían los ojos, me sudaban las manos e iba hasta el culo de ansiedad, así que no podía ni pensar siquiera.
Así decidí coger el vaso que tenía más cerca y beber. Sentí como si varias agujas se incasen dentro de mi garganta...

                                                                                                                                                           2018

martes, 19 de marzo de 2019

Señor

En algún lugar de un gran coche... sacando la cabeza por la ventanilla, cantaba, y en algún lugar de un gran panteón, descansa.

                                                                                                                                                           2018

Normal

Juan curaba y cayó muerto por la plaga. Trabajaba, los demás también

                                                                                                                                                           2018

Canibal

Era obrero, pero se los comió a todos.

                                                                                                                                                           2018

martes, 5 de marzo de 2019

Agua

Con calma salgo a la terraza, y mi puño se vuelve loco. Lo voy oscilando, y estampando a todos los cristales. La sangre se limpia por la lluvia al estirar el brazo por la ventana. Gotea a la terraza del vecino de abajo. Pienso que más estampado de pintura roja no se va a notar. Grito su nombre y al poco se asoma la mujer. Se caga en la Virgen, y se mete corriendo llamando al marido. Sale este y maldice a Dios, y a paso estresante, se mete dentro llamando a la hija. La chica sale y se mete con la tercer persona de la Santísima trinidad. Ya han visto todos suficiente para creer.
El teléfono de los de abajo se escucha entre los prácticos techos de gotelé. Suena la marcación 091, y un: “Gilipollas, así no vas a conseguir nada”
El padre sube, tira mi puerta y plaff.
                                                                         ***
Con esta agua de mayo, ni me quitan el sayo, ni los sabañones, ni la bala en la pierna que tengo desde hace días, supongo. El agua de Madrid que sale del grifo es mi única compañera. Paso los días durmiendo y las noches con velas de igual forma. Solo me levanto del suelo para hacer aguas menores. Me muevo libre por el habitáculo, sabiendo que no lo estoy y eso me aterroriza. No se cuánto tiempo podré aguantar más. Ese cabrón me vuelve loco. Se me hace la boca agua solo de pensar en ese machirulo.

                                                                                                                                                           2018


Semáforo

Voy caminando de pie sobre mis dos piernas. Un pie toca el suelo, acompañado del compás cuatro por cuatro del siguiente. Miro al suelo y para adelante. Al suelo y para adelante. No quiero chocarme contra las personas, ni tampoco con lo que pueda encontrarme en el suelo. Llego a un paso de cebra, y el semáforo está verde parpadeante. ¿Cruzo o no cruzo? no había andado por el arcén en Google Maps para encontrarme con este contratiempo. Decido pasar. A mitad entre una orilla y la otra se pone en rojo. Me paro un par de segundos en mitad del paso de peatones. La gente me mira como si fuese la cebra del paso, y careciese de rayas. ¿A qué cera vuelvo? Decido arriesgarme pese a todo, y llegar al otro lado. Los conductores me acosan con sus miradas y ametrallan con el claxon mis sensibles tímpanos. Los coches se me van a echar encima con su música estruendosa. Con sus ojos blancos me deslumbran y... He llegado.

                                                                                                                                                           2018

viernes, 25 de enero de 2019

Matando al padre

Empiezo a ponerle gomas elásticas de todos los colores a lo largo de su ovalada cabeza empezando por la frente y bajando hasta el cuello. Cada vez se pone más colorada, hasta que explota. Ni un solo ruido, ni gota de sangre. Voy al salón a dar un bocado al sándwich de queso de cabra que estoy merendando, mi familia ni me dirige la mirada; siguen mirando al televisor hipnotizados como todas las tardes. Cuando vuelvo el cuerpo de mi padre no está como lo había dejado. En el lugar donde fue la cabeza, ahora hay algo con forma de cápsula, embutida por una especie de gorro, una braga y no sé que más. Me lo quedo mirando unos segundos sin saber que hacer. Con las mangas de mi sudadera intento arrastrarlo, calculando donde cabría mejor, si debajo de su cama o del armario. Luego se puso todo negro y no recuerdo más.

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Hacia varios meses que había tenido ese sueño. Varios meses yendo al psicólogo y repitiendoselo al doctor de igual manera. A veces le añadía algo y otras veces me negaba a recordar ciertas escenas. Decía que era solo hasta que me hiciese con las riendas de la situación. ¿Cómo iba a normalizar el asesinato de mi padre de tal brutal manera de manos de su propio hijo, o sea yo? Como siempre empecé a sentirme incomodo en la butaca y las manos me empezaron a sudar a la espera del veredicto del psicólogo.

Otra versión

Termino de masturbarme pensando en Mariló Montero y su moto. Concretamente en la foto en la que va sin casco con la que luego fue a autodenunciarse. Mis pies me arrastran hasta el dormitorio de mis padres. Un hombre y el mejor amigo de este hombre: su oso; otro hombre. En él se encuentra mi papuchi —de alguna forma tendré que llamar a cada uno para diferenciarlos, aunque a partir de ahora eso ya no ocurrirá—que acaba de llegar del curro y se iba a poner cómodo. Iba. Lo cojo, lo sacudo, lo meneo y lo suelto. Me hace gracia, porque se ha quedado con el rostro de piedra, pero con el cuerpo tambaleándose de un lado a otro, como los payasos que salen de las caja de sorpresas, éstas con muelle. A cámara lenta intenta buscarme la cara con su puño, pero yo me adelanto acertandole en su oído, y le debí de dejar algo sordo, porque pude comprobar que su equilibro se vio mermado. Su sentido de la estabilidad en esos momentos ya estaba nivel niña de 14 años en su primer coma etílico, por decirlo de algún modo. A mi derecha, en una mesita de noche había un joyero con todo tipo de gomas de colores. Eran de mi otro padre: papote, quien tenía el pelo hasta casi los pies. Siempre me ha encantado la historia de porqué se lo ha dejado crecer hasta al culo. Dice que así cuando va al campo a cagar, si no tiene papel, se limpia con éste y ya cuando encuentra algo solo tiene que desinfectar su pelo sin necesidad de bajarse los pantalones ahí mismo. Intentaré que me cuente la historia otra vez antes de que su vida se esfume, aunque sea por contárosla con más detalles. Pero la cuestión es que esas gomas me dieron una idea. La tarde del día anterior había visto un vídeo de un youtuber, que con un amigo, trataba de poner todas las gomas posibles a un melón mientras jugaban al “Si te ríes, pierdes”. Así hasta que aquello reventara. La diferencia es notable; ellos lo hacían riéndose y con un par de melones, mientras yo, con una ovalada y calva cabeza, y sin el menor atisbo de gracia en el cuerpo. Al fin y al cabo era mi padre.
Empecé por la frente, pero no era tarea fácil. A fuera hacía casi cincuenta grados y su calva llena de sudor solo ayudaba a que las gomas se catapultasen en todas las direcciones posibles, amenazando con dejarme tuerto.
Le miro a la cara por última vez y me acuerdo de su fruta preferida: al fin explota su tomate y un orgasmo me limpia todo del aura, pero se pasa rápido al comprobar el nuevo estampado de la colcha de los Simpson. Espaguetis sanguinolentos que no es otra cosa que venillas y sesos parecidos a los que cocinaba los domingos a mi familia, y seguramente no volverá cocinarles. Para aparentar normalidad, decido ir al salón a pegarle un mordisco al sándwich que me he preparado para merendar, aunque tras ver irse por el desagüe del lavabo líquido seminal, sesos y sangre, se me pasan las ganas de comer queso de cabra o cualquier cosa blanca, así que bebo un poco de café en una taza rosa con dibujos de Frozen en el que se puede ver cómo Elsa le mete a Anne una estalactita por el culo, y vuelvo a la faena con el recuerdo de la última nevada en mi pueblo.
Por alguna razón me produce gracia el verle con un gorro y una braga puestos de forma que no se le vea ningún rasgo facial. ¿Facial? Lo siento, creo que la Facultad de Medicina está haciendo estragos en mi persona.
Desconozco si habéis tomado algún tipo de cápsulas alguna vez, pero sabréis la forma que tiene, ¿no? Pues eso parecía la ovalada cabeza de mi papuchi.
Con unos trocitos de tela, que rajo a mordiscos de las sábanas hasta que me sangran las encías, intento arrastrarlo sin dejar ningún tipo de prueba debajo de su cama, con el demás fiambre que él escondía ahí. Manías de carnicero y tener de pareja de piso a un vegano. Serás el siguiente comehierba. El hueco es demasiado estrecho y el peso de mi padre tampoco ayuda, al igual que el somier, algo cóncavo, para mi gusto, supongo que de tanto traqueteo, ya te imaginas porqué. Vamos, que mi padre no cabía ahí. Y la verdad que no recuerdo más.

                                                                                                                                                           2018

martes, 22 de enero de 2019

La vida en bucle

Si no es por arte de magia no sé qué podría explicar el haberse ido la luz tanto dentro como fuera, tan de repente, pero vamos que no me pilla en bragas. Como los demás del barrio sean como yo, lo raro es que no la hayan cortado antes.
Ahora mismo estoy solo cegato sin mis gafas en una esquina de mi cuarto, con el pijama como las sábanas; humedecido y oliendo a pis y a sudor. Como único entretenimiento tengo el jugar con un gusiluz que se le ilumina la cabeza de rojo y dice “I love you” con esa voz de psicópata que tanto les gusta a los que hacen los juguetes infantiles.
Mi habitación no es precisamente un cuarto anti-sensorial. Su tamaño es pequeño y sus formas cuadriculadas. Vamos, justo lo que necesita un claustofóbico. Nada más entrar a mi dormitorio, enfrente está la ventana. Al lado oeste una estantería con todas las obras de Julio Cortazar y unas velas con olor a libros que cuidaba que siempre estuviesen encendidas y lo más cerca de los libros, pero lo más lejos para que ninguno saliese ardiendo. Al este un escritorio donde acumulo todo tipo de cosas ya que no lo utilizo porque de normal suelo estar más bien por los suelos. Si desde la puerta das un giro de 180 grados ahi está la litera donde duermo, en la cual cada día alterno entre dormir en la de arriba o en la de abajo. En el techo una lampara y adhesivos de estrellas y calaveras.
Aquí no tengo nevera ni nada que se asemeje, así que me mantengo a mocos cuando me aburro y a uñas cuando me entra los nervios, aunque a veces tengo la suerte de matar algún pájaro que se posa en mi ventana, al cual le tiro un compás que siempre va conmigo. Al menos sabe mejor que otros animales que me comí con anterioridad.
Os preguntareis como he llegado aquí si esta todo oscuro. Fácil; no he necesitado más que el gusiluz y mi fuerza bruta. Con el suave y tierno muñeco en mano fui batiéndolo a diestro y siniestro estrellándolo contra armario, lámpara y todo lo que se me pusiese de paso.
Así es como terminaron las velas por el suelo. A partir de ese momento todo empezó a suceder tan rápido como en una película de acción. Queriéndome librar de las llamas empece a patalear. Crack. Algo duro reventó bajo mis pies y sus añicos me hicieron cosquillas entre los dedos. No pensaba que mis gafas fuesen capaz de llegar a hacer tal cosa. La patilla derecha se ha desprendido, pero alimentado por la esperanza de ver de otro modo las cosas, me las pongo. Esperando mi fin, me purgo de las lágrimas contenidas desde que se murió mi jerbo, bueno desde que con ayuda de un matamoscas y un martillo, lo puse plano para hacer filetes de roedor. No estoy por la labor de explicar el aroma y el gusto del pobre animal. Tras ese recuerdo en mente, como si de un trance hubiese salido, me incorporo, me pongo de pie, y es como levitar, aunque la cabeza me da vueltas del coscorrón que me he metido contra el techo. Miro a mis pies malolientes y veo donde reposan. ¿Como puñetas he llegado hasta mi litera? Me siento como indio encima de las húmedas sabanas y me arropo con la áspera y rugosa colcha mugrienta. Cuando me vuelvo a despertar, no he soñado más paridas así que lloro por compasión propia mirando al espejo, que por arte de magia hay ahora en la pared de enfrente.

                                                                                                                                                           2018